Friday, August 31, 2012

En lo hondo

Ya no aguanto más. Estoy sumergida en una tristeza profunda. Quisiera hablar pero no puedo.
¿A quién contarle mi infortunio?
¿Quién compartirá mi tristeza?

Siento que me ahogo. Hay días en los que no puedo respirar.
Nace el artista. Lo he estado reteniendo por años, por respeto a los demás. Pero hoy decido respetarme a mi misma y no callar. ¿Cómo fluir en un don o en un talento honestamente, si yo misma encadeno mi alma?
Le dejo al cielo la suerte del que se dé por aludido.
No callaré. Tampoco pensaré en lo que otros quisieran leer.
Me despojo en este preciso instante del temor a los que juzgan. Simplemente destaparé la caja y daré paso a todos los colores acumulados en el tiempo.
A veces pienso que esta tristeza es la única manera de darme a luz a mí misma, hacerme nacer como lo que se supone que sea, una persona que escriba sin cesar los delirios de su alma.
Cada día me levanto llamando a mi Señor. El es el único que puede sacarme de aquí. Me sacó una vez de la fosa más profunda y más nunca me dejó volver a ella. Pero ahora es como si hubiese estado volando en el infinito y me encontrase repentinamente atrapada en un hoyo negro.
Lo único maravilloso que he conseguido en esta estación son las palabras, la voluntad y el coraje para expresarme día tras día.
¿A quién contarle mi infortunio?
No es tal.
Es solo una estación de melancolía y frustración.
Seguir entregándome. Seguir dando lo mejor de mí y no desmayar.
Amo y porque amo, existo. Quizás esté robando la cita de un erudito para citarme a mí misma.
Dios me amó primero y porque Él quizo, solo así existo.
Esta es la diferencia entre un sentimiento y la verdad. Uno sale del impulso, el otro de mi razón.
¿Quién compartirá mi tristeza?
Encuentro comfort en las palabras que escribo, quizás tanto o más que si alguien las pronunciase para mí.
Ahora menos triste, aun respiro.
Me despido por la esperanza que albergo en mi corazón,
Mañana buscaré el gozo. Ya tengo la paz.

Thursday, August 30, 2012

Alma Suspendida

Somos y si somos, respiramos. No importa como vivo yo o como vives tú. Existimos porque estamos en el hoy y el ahora, porque me lees mientras te aguardo, porque fuiste y probablemente serás pero hoy, eres y estás. No me importa si estás de pie o en una silla. Tampoco importa qué te falta y qué te sobra. Lo importante es que estés vivo.
Siempre me ha encantado relacionarme con las personas, nunca he cerrado mis puertas a pesar de que me han herido. ¿Quién no ha salido herido alguna vez? Nos toca aprender a perdonar y seguir adelante, asimilando todo lo que podamos de cada situación vivida. Debería ser un deber no llenarnos de rencor, pero es una alternativa.

Tampoco debemos ignorar que aunque no hayamos querido, también hemos herido a alguno por ahí o a muchos. Es la dinámica de la  vida. Nos toca aprender a ser humildes y rectificar, dejar  el orgullo a un lado y bajar la cabeza. Para unos es más fácil que para otros pero a la final vale la pena, es una puerta abierta a la paz interior.



Por mucho que amemos, por mucho que nos entreguemos y recibamos la entrega del otro, por mucho que nos encontremos varias veces danzando al mismo ritmo, hay un instante en que nuestra alma se encuentra suspendida, desnuda en el aire y sola. Es la manifestación de nuestra individualidad. Es curioso, anhelamos en lo profundo de nuestro ser encontrar el amor, relacionarnos de manera profunda y permanente con otro ser que nos complemente y nos haga la vida más bonita. Anhelamos ser deseados y buscados, anhelamos colorear la vida del otro para hacernos casi imprescinsdibles. Pero hay momentos, hay instantes en los que nuestra alma no puede evitar emanciparse y salir disparada hacia el cielo, quedando suspendida y dejando nuestra mente llena de preguntas y anhelos.

Wednesday, August 29, 2012

Si me descubrieras...


Si me descubrieras, me hallarías pensando que ya no te amo, que no soy el mismo, que todo ha cambiado.
Si pudieses ver  mi alma totalmente desnuda, verías cómo deliro diariamente culpándote por  mi infortunio.
 La falta, la culpa, la lucha por ser agradecido y fuerte, aparentando que nada sucede, que todo está bien, que el amor todo lo puede como en la novela más apasionada, donde no hay circunstancia que haga mermar el sentimiento de los amantes.

En estos momentos quisiera que mi vida fuera una de esas historias, donde la adversidad hace que los dueños de la melancolía se enamoren más, donde soy tu héroe y tú eres a la que doy todo, mi vida si es preciso.

¿Dónde está el amor adolescente?

Se ha quedado desmayado en el tiempo con todos mis recuerdos.

Siento que ya no tengo fuerzas, que mi sexo  es débil, que me pierdo en mi propio vacío
tratando de encontrar tu aliento para respirar.

Si me descubrieras, verías que te amo como el primer día.

Sólo estoy desesperado porque no te encuentro en el mismo lugar.